Halloween, la fiesta más tenebrosa

Halloween, la fiesta más tenebrosa

Si le preguntamos a cualquier niño si sabe qué es el Día de Todos los Santos, lo más probable es que obtengamos una respuesta negativa. En cambio, seguro que sí sabrá qué es la noche de Halloween. Y es que las cosas han cambiado mucho en estos últimos años, y las tradiciones también se ven abocadas a evolucionar.

 

Halloween, una tradición que en realidad no vino de América

Es innegable que, poco a poco, nuestras costumbres de la víspera del Día de Todos los Santos se han ido fusionando con las de la noche de Halloween. Una nueva tradición que nos ha venido “impuesta” por la presión de las películas y las series americanas.

Los que mucho no sabes es que  Halloween no es una fiesta americana. Bien, es cierto que los americanos la han popularizado y la han internacionalizado, pero sus orígenes nos tocan un poco más cerca.

 

Origen de la fiesta de Halloween

El origen de Halloween se encuentra en la celebración de los pueblos celtas del Samhain la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre, noche en la que celebraban el fin de la temporada de cosechas y el Año Nuevo.

Durante esa noche, los espíritus de los muertos tenían permiso para vagar entre los vivos. Los celtas se ponían máscaras para pasearse entre ellos y dejaban comida en las puertas de sus hogares para alejar a los espíritus malvados. También tenían la costumbre de vaciar nabos (y más tarde calabazas) para poner dentro velas y ahuyentarlos.

Hay constancia de que por toda Galicia y en algunas zonas de Madrid, Cáceres, Zamora y León aún se practicaban tradiciones relacionadas con el Samhain hasta mediados del siglo pasado.

Sea como sea, con la llegada del cristianismo a los pueblos celtas, el Samhain fue considerado una fiesta pagana. Y la fiesta en honor de Todos los Santos fue `traspasada del 13 de mayo al 1 de noviembre para intentar erradicar esos ritos heréticos. De todas formas, siguieron perviviendo, derivando en el Halloween, contracción de la expresión inglesa “All hallow’s eve” y que, literalmente, significa “Víspera de Todos los Santos”.

 

El Halloween como lo conocemos

A mediados del siglo XIX, la Gran Hambruna Irlandesa obliga a una gran cantidad de irlandeses a emigrar a Estados Unidos y Canadá y con ellos se llevaron sus costumbres y tradiciones. Aunque no fue hasta 1921 que no empezó a celebrarse masivamente con el primer gran desfile en Minnesota. Desde entonces, su popularidad no dejó de crecer en todo el país.

Su internacionalización llegaría entre los años 70 y 80, principalmente de la mano del cine y la televisión. Una fecha clave: 1978 con el estreno de la película “Halloween” de John Carpenter. Con sus innumerables secuelas e imitaciones, todo el mundo descubrió Halloween y el mito de que era un invento de los americanos.

 

Lo típico de la fiesta de Halloween

Como cualquier tradición, Halloween también tiene sus cosas típicas. Aquí en nuestro país aún no han cuajado todas, pero las hemos visto miles de veces en series y películas. Lo principal es el tema: el terror. Halloween es una fiesta tenebrosa cuya esencia es provocar el miedo y todos sus elementos giran alrededor de ese tema:

Disfrazarse: La noche de Halloween es imprescindible disfrazarse, por supuesto de un personaje que cause pavor. Nuestros antepasados celtas lo hacían para pasar desapercibidos entre los espíritus. Nosotros lo hacemos para asustar a nuestros amigos y divertirnos.

Truco o Trato: Un clásico de las películas y series americanas. Los niños salen juntos, con sus amigos, todos convenientes disfrazados, y con un saco o una cesta para recoger dulces. Y recorren el vecindario llamando a todas las puertas. Cuando les abren piden “truco o trato”. Si reciben dulces, hay trato. Si no los reciben, habrá truco. ¡Una travesura!

Casas del Terror: Este clásico aún no se ha puesto de moda en nuestro país. Pero en los Estados Unidos es costumbre decorar la casa como una auténtica Casa del Terror para recibir a los niños que piden dulces o a los amigos. Por supuesto, aunque sea una casa terrorífica es obligatorio tener caramelos de Halloween por si acaso.

Calabazas: Esta tradición sí la tenemos más asumida y es normal que nuestros peques las hagan en la escuela. Lo típico es coger una calabaza, vaciarla, recortarle una cara maléfica y ponerle una vela dentro. Además, las calabazas son un motivo de decoración obligado, como estas Calabazas de fieltro para Halloween.

Maratón de pelis de terror: Una costumbre de la noche de Halloween es también pegarse un atracón de películas de terror con los amigos.

 

Sea como sea, Halloween es una fiesta muy divertida. No importa su origen lo importante es que es compatible con nuestras tradiciones.



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